Antioxidante: La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y cáncer.

Salud de la piel: La vitamina E ayuda a mantener una piel sana protegiéndola de los daños causados por la exposición al sol, la contaminación y otros factores ambientales. También tiene propiedades hidratantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a mejorar el aspecto de la piel.

Apoyo al sistema inmunitario: La vitamina E desempeña un papel clave en el apoyo al sistema inmunitario mediante la regulación de la producción de células inmunitarias y anticuerpos.

Salud ocular: La vitamina E se ha relacionado con un menor riesgo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una de las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores.

Salud cerebral: La vitamina E puede ayudar a proteger contra el deterioro cognitivo y la demencia al reducir el estrés oxidativo y la inflamación en el cerebro